Desde hace un par de días ya está a la venta en nuestro país la nueva portátil de Sony. Actualmente Playstation Vita ya está en manos de muchos compradores que -como yo- fueron el día del lanzamiento a hacerse con una, para poder comprobar de primera mano si la consola es lo que nos habían prometido. En mi opinión, es mucho más de lo que nos ofrecieron, pero antes de llegar a eso, empecemos por el principio.
Lo primero que tengo que decir, es que nunca he sido un fanboy de Sony, y me arriesgaría a decir que no suelo compartir sus decisiones (por criterio propio, no por influencia de nadie). Mi primera consola de esta compañía fue la PSP, luego la PS3, y ahora la PSVita, pero eso no quita que me pueda cambiar de compañía en cuanto un título me interese más que otro.
En un especial escrito por Vulcancinho con motivo de la presentación de la consola en el E3 2011, ya pudimos conocer las especificaciones de tan revolucionaria consola, en la que, lo más sorprendente (al menos, para un servidor) fue la incorporación de un segundo analógico (de verdad, no a pilas como hace Nintendo), una pantalla táctil delantera, y un panel táctil trasero.
La idea, en principio pintaba muy bien, y se demostró al final, que con la implementación adecuada, el uso del panel trasero no es tan terrible como cabría esperar.
Tras el salto, os dejo con mis primeras impresiones, después de dos días en los que he agotado la batería de la misma de tanto probar y probar cosas.