Año tras año, al acercarse el mes de noviembre, y a lo largo del mismo, se da la misma curiosa "coincidencia". Nos encontramos con que se agolpan en las estanterías de las tiendas grandes títulos en un corto período de tiempo. Misteriosamente parece que las grandes compañías deciden guardar sus grandes bazas, sus pesos pesados, para este período pre-navideño. En ocasiones nos encontramos a cinco, seis o más grandes lanzamientos concentrados en este mes.
Se entiende que las compañías quieran sacar tajada de las navidades, pero para el consumidor final realmente plantea un gran dilema. ¿Entre tanto juegazo, a cuál renunciar? porque es evidente que, sobre todo tal y como están las cosas en estos momentos, resulta imposible comprar tanto juego junto en el mismo mes. Y aún habiendo ahorrado para hacerse con más de un juego, ¿realmente tenemos tiempo para sacarles el máximo partido si tenemos tantos en tan poco tiempo?
Super Mario 3D Lands, Assassin's Creed: Revelations, Modern Warfare 3, The Legend of Zelda: Skyward Sword, Uncharted 3 son sólo algunos ejemplos de las grandes sagas que han aterrizado durante este mes, el más fatídico de todo el año para los jugones.
Se trata de un pastel que no quieren repartir, y salen todos de "caza" al mismo tiempo para intentar más ventas que la competencia, cuando realmente la mayor parte de las veces se trata de títulos que lanzados en otro momento del año (cuando en muchas ocasiones no encotramos un buen título que llevarnos a la boca) barrerían en ventas.
Al final, el ansia de recaudar más que el de al lado, la pagamos los jugones, que vemos como en ocasiones pasamos meses esperando para finalmente nos lleguen todos los juegazos al mismo tiempo. En una industria que está soportando tan bien la crisis, ¿es tan difícil pensar un poco en las personas para las que se supone que se diseñan sus productos? ¿no se dan cuenta que con esa estrategia de ventas somos nosotros los perjudicados? Cuántos de nosotros vemos que tenemos que ahorrar incluso durante meses para poder hacernos con nuestros títulos favoritos, y a duras penas podemos disfrutarlos porque se nos juntan unos con otros...
Personalmente encuentro una pena que tengamos que renunciar a algunos juegos que realmente merecen la pena, simplemente porque el bolsillo no nos lo permite. No nos queda más que seleccionar un "sacrificado" que tendrá que esperar a que nuestra economía se recupere de tanta inversión. ¿Algún día serán conscientes de lo que pierden realmente?
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